Guardia de cine: reseña a «Huida del planeta de los simios» (1971)

Título original: «Escape From The Planet of The Apes». 1971. 97 min. EEUU. Dirección: Don Taylor. Guión: Paul Dehn (personajes: Pierre Boulle). Reparto: Roddy McDowall, Kim Hunter, Bradford Dillman, Ricardo Montalban, Natalie Trundy, Sal Mineo, Albert Salmi, M. Emmet Walsh, Eric Braeden, William Windom, Jason Evers, John Randolph, Harry Lauter

A pesar de su interesante presentación, con su sorpresa inicial, y de lo fundamental que será el argumento para las dos siguientes cintas, la cinta es aburrida durante un excesivo tramo de metraje

Giro de 180º al argumento de «El planeta de los simios», pero partiendo justo del último minuto de «Regreso al planeta de los simios», aunque las explicaciones que se dan en el libreto sean más que insuficientes para tragarse eso de tres chimpancés, el Dr. Milo, Zira y Aurelio (que pasarán a ser los dos últimos), aterrizando en el planeta Tierra del año 1973. Ya no son humanos que viajan al año 3955, sino simios que hacen el camino a la inversa pilotando una nave espacial que yo recordaba incendiada, pero que es reparada y pilotada por unos seres sin conocimientos básicos de aeronáutica… Tampoco me entra en la cabeza eso de que “ahora” las escrituras simias describan de forma tan clara el mundo anterior a la caída de la Humanidad, por mucho que sirva de adelanto a la cuarta parte de la saga.

Creyendo estar rescatando a la tripulación de una nave espacial propia, el Ejército de los EEUU se encuentra con tres simios con escafandra y muy inteligentes, demasiado, a pesar de que ocultan su facultad del habla hasta que conocen a los doctores Lewis Dixon y Stephanie Branton, sus principales valedores en esta atípica aventura de la saga que tiene gracia durante sus primeros minutos, como la escena de las naranjas, pero que dista mucho de cumplir como entretenimiento, ya que termina siendo una película bastante tediosa con Zira y Aurelio siendo mostrados al mundo, vestidos a la moda, y con interminables sesiones de la comisión presidencial que investiga qué se calla la pareja chimpancé. Tanto recelo habrá por parte del Dr. Otto Hasslein que no parará hasta descubrir el futuro que le depara a la Humanidad, llevándolo a tomar una decisión radical para evitarlo, estando aquí uno de los apuntes críticos de la cinta: como científico se preocupa más por lo que sucederá de forma inevitable durante los años y los siglos venideros que por poner el mismo empeño en solucionar problemas más acuciantes como la polución, el hambre o el holocausto nuclear.

Como en las anteriores entregas de la saga, como si de migas de pan se trataran, los guionistas han ido cogiendo prestadas algunas notas y escenas de la novela original de Pierre Boullé, siendo en esta ocasión el acceso del protagonista a conocer el mundo simio pero al revés, y nada más, hasta llegar a un final muy desagradable para la simpática pareja formada por Zira y Aurelio, quienes no comprenden el mundo al que han ido a parar y de cuyos habitantes solo tres les resultan simpáticos.

A pesar de su interesante presentación, con su sorpresa inicial, y de lo fundamental que será el argumento para las dos siguientes cintas, como ya anticipé, la cinta es aburrida durante un excesivo tramo de metraje.


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