Guardia de cómic: reseña a «Un futuro pasado», de Esteban Maroto

DEMO EDITORIAL, Coruña
Colección Häinös, nº 5
Primera edición: diciembre de 2015
ISBN: 978-84-943403-7-6
70 páginas
Un recopilatorio (muy corto) de historietas de Esteban Maroto con ese sabor de la ciencia-ficción espacial y distópica que marcó una generación

Esteban Maroto es de esos clásicos del cómic español que supieron dar forma a ideas propias y ajenas para que ojos extranjeros se fijaran en su arte. Editoriales europeas (Toutain, etc.) y americanas (Marvel, DC, etc.) contrataron sus servicios animadas por la calidad del trazo de Maroto a lo largo de décadas en las que produjo un sinfín de obras y obtuvo premios como el Foreign Comic Award de la Academy of Comic Book Arts (1970).

Como hijo de su tiempo, Maroto vivió de cerca la evolución de la ciencia-ficción hasta posicionarse como foco central atractivo a través del cual se podía denunciar aquello que no se podía increpar a la platea. Una evolución que consagraría al género en un mundo atenazado por la amenaza nuclear y medioambiental que tan bien se retrató en aquellas fabulosas novelas y filmes de los años 1960 y 1970. Y pondría su granito de arena (o sus lápices y sombras) al servicio de esos gritos en la tinieblas; por lo que la sorpresa del editor que se impregna en la contraportada, acerca de la “modernidad de sus planteamientos” sobre el sino de la humanidad más egoísta e insaciable, no debería ser tal.

Algunas de sus cortas historietas del periodo setentero y ochentero, inéditas en España, conforman este escueto recopilatorio de DEMO, una editorial coruñesa de la que nunca oí hablar. Una compilación en riguroso b/n (y con una pasta de papel que hiede un poco a vómito), que puede que nos prive (o justo lo contrario) de todo el aura de psiquedelia que contienen unas viñetas en las que la ciencia-ficción más aséptica se funde con el terror lovecraftiano y la fantasía más hibórea (estilos en los que el autor hizo unos pinitos muy memorables).

El primer relato (también el más largo), “5XInfinito”, comienza presentando a uno de los últimos miembros de una otrora poderosa raza humanoide que no supo adaptarse a su propio avance tecnológico, provocando su práctica extinción. Ese personaje, Infinito, vaga por las estrellas en busca de planetas habitables que manda inspeccionar a sus exploradores (en este caso, un tal Orión, un humano que recuerda mucho a Flash Gordon y que pasa a ser el protagonista-héroe). La historia es un poco rancia por cuanto nos relata la típica aventura del forastero que llega a una tierra extraña presa de la tiranía, libera al pueblo oprimido y enamora a la chica, pero que no hace luego nada más, pues ha conseguido una meta que nadie le ha exigido. Llega, pega la patada y acaba con el cacique, pero ningún cuento debería dar punto final ahí, con un protagonista que se “lava las manos” cuando la estructura de poder cae y puede ser un caldo de cultivo para otros caciques y señores de la guerra cuando llegue el momento en el que se rompa el falso espejismo de la democracia recién ganada.

A éste le sigue «Arca», narrado siempre por cartelas y en off, nos habla de una nave, la Arca 2, que transita por toda la galaxia en busca de planetas con buenas condiciones para la vida. Recuerda al planteamiento de «5XInfinito», pero con esta búsqueda se pretende dar un hogar a los supervivientes de la raza humana, cuyos antepasados destruyeron el planeta Tierra. Como refugiados apestados, no son capaces de dar con un terruño donde sean bienvenidos.

«Paraíso» toma «Arca» de base, pues es la historia de una pareja de exploradores (hombre y mujer) de la Arca 2 que descienden al último planeta detectado con condiciones idóneas para la vida humana. Poco después del aterrizaje, la comunicación se interrumpe y se descarta el astro por hostil, como otros tantos. Lo que ha sucedido es que un ente residente bajo la superficie ha reaccionado a la intrusión activando su sistema inmunitario. Ese ente es Yahvé y, tras “purificar” a los recién llegados, los convierte en los Adán y Eva de un mundo paradisíaco.

Como penúltimo relato se presenta «Limbo». Se comienza con una ambientación y aire que entremezclan Tarzan y Conan el Bárbaro, por explicarlo de una manera. Krack ha sido expulsado de su tribu y deambula por la jungla cuando es testigo de la llegada de un extraño artefacto. Tras salvar la vida de los dos pasajeros de la nave espacial matando a un leopardo, el héroe logra comunicarse por el pensamiento con los extraños visitantes y sabe que son naturales de un planeta en el que se desterró la violencia y la guerra, pero que ahora está asediado por una raza de sanguinarios reptilianos. Aunque no se las tienen todas, alguien como Krack podría ayudarles a librarse del yugo asesino de los grises y se lo llevan consigo; sin embargo, la fiereza de Krack pone en peligro la propia estabilidad y paz del planeta al que lo llevan.

El recopilatorio se cierra con «Safari». Aquí no hay ni cartelas ni diálogos (salvo uno en un idioma extraterrestre del que no tendremos traducción) para narrar una cacería con una sorprendente presa y un no menos sorprendente cazador.

Dibujos fluidos, casi LSDianos, con voluptuosas féminas con peinados muy a lo Bardot, apenas cubiertas con la justa pedrería o con monos espaciales muy ajustados. Héroes aguerridos y temperamentales que inspeccionan lejanas estrellas. Una constante lectura sobre la brutalidad del propio avance incontrolado y ruin de una humanidad demasiado irrespetuosa. Así se resumiría este «Un futuro pasado” a modo telegráfico.

He disfrutado con las historietas de Maroto reunidas en este corto volumen, siendo esa misma la pega: su parquedad.

No hay comentarios

Con la tecnología de Blogger.