Guardia de cine: reseña a «Hero»

Título original: «Ying Xiong». 2002. China. Acción, Drama, Artes marciales. Dirección: Zhang Yimou. Guión: Li Feng, Zhang Yimou, Wang Bin. Reparto: Jet Li, Tony Leung Chiu-Wai, Maggie Cheung, Zhang Ziyi, Chen Daoming

Inicio a la serie de películas de las que «Tigre y Dragón» es la más conocida. Un bello relato que nos lleva a la antigua China y que destaca como valores el amor y el sacrificio

Solo hay una forma de acercarse lo suficiente al rey de Qin como para atentar contra su vida: llevar la prueba de haberse enfrentado y vencido a los tres asesinos más peligrosos de los Siete Reinos de lo que viene siendo la actual China; y poseer sus espadas es demostrar semejante hazaña. Pero, ¿cómo Sin Nombre, un humilde oficial del ejército, ha podido salir airoso de semejantes lances con la Muerte? El rey quiere escucharlo y de los cien pasos mínimos que hay que mantener con su persona, bajo pena de muerte, la distancia que separa al monarca del oficial se reduce a solo diez pasos como premio por su arrojo. Mientras Sin Nombre relata la historia de sus triunfos, el soberano, precavido, capta la mentira en las palabras del espadachín y es entonces cuando se desenmascara el complot, aunque con diferentes versiones hasta que se conoce la verdadera.

«Hero» es la primera de una serie de películas que continuaría con «Tigre y dragón» y «La casa de las dagas voladoras», haciendo hincapié en lo que se iba a reforzar en dichas producciones posteriores: color y movimiento, éxtasis sensorial para dar cabida a una historia de amor y entrega, esta vez entre los asesinos Espada Rota y Nieve. También habrá una subtrama en la que se compara el arte de la guerra con la caligrafía, abogando por el fin del dolor para el pueblo chino y la creación de un imperio entre cuyas murallas se lo proteja sin que se derrame más sangre. Dos son los mensajes: olvidar la venganza y sacrificarse por amor a los seres queridos y no por ambición o bajos deseos.

Lo más llamativo es que cada versión del relato entre Nieve y Espada Rota, así como su conclusión, acompaña a los actores y al escenario con colores que pasan del rojo al verde, hasta alcanzar la verdad con las palabras de Espada Rota, que calan en Sin Nombre. Esa es la originalidad de esta película de “superhéroes” de los Siete Reinos que flotan sobre el agua o vuelan durante combates imposibles.

La composición de las escenas no es confusa, así que nadie se va a perder, aunque pueda hacer dudar acerca de si esto o aquello acabó sucediendo entre movimientos ralentizados, medias verdades y mentiras completas hasta el mismo final en el que se enarbola un mensaje de fuerza, unidad y respeto a la Ley y al honor.

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