Guardia de televisión: reseña a la serie «Star Wars: Tripulación perdida» (2024)

Título original: Star Wars: Skeleton Crew. 2024. 8 episodios de 30 min. EEUU. Dirección: John Watts, Daniels, Dan Kwan, Daniel Scheinet, David Lowery, Jake Schreier, Bryce Dallas Howard, Dave Filoni, Lee Isaac Chung. Reparto: Jude Law, Kerry Condon, Ryan Kiera Armstrong, Tunde Adebimpe, Ravi Cabot-Conyers, Kyriana Kratter, Robert Timothy Smith, Jaleel White

Digno producto con el que tener la escusa de volver a ser niños de los años ochenta maravillados por culpa de aquellas historias

A estas alturas, nada nuevo se puede decir sobre Skeleton Crew que no haya sido comentado ya por los más eruditos y los más idiotas del lugar. Sin embargo, tras la aburrida Obi-Wan Kenobi, la frustrante Ahsoka y la insoportable The Acolyte, Tripulación perdida ha sido un vendaval de aire fresco, al menos para aquellos que fuimos niños en los años ochenta.

Se ha dicho mucho, para bien y para mal, sobre esta serie. Aquellos que la han defenestrado, en su mayoría, forman parte de la legión anti-Kathleen Kennedy. Para ellos, cualquier producto en el que aparezca el nombre de esta mujer—quien ha hecho excesivos esfuerzos por destruir Star Wars— es merecedor de vilipendio y burla, más si cabe cuando los índices de audiencia son bajos. Están en su derecho, pero creo que yerran con Tripulación perdida, porque es una serie que no juega con nosotros. Desde la primera escena deja claro de qué va y adopta un formato conocido, familiar y, por tanto, funcional.

Para aquellos fans que criticaron The Mandalorian porque “son historias del Oeste” (vaya, hasta que llegaron, “nadie se había enterado” de que Star Wars es un western con historias de samuráis) y Andor porque “es oscura, seria y sin batallas”, Tripulación perdida no es más que otra majadería. Poco les importa que sea una pequeña joya para quienes nos consideramos seguidores de primera generación.

De acuerdo, juega con la nostalgia, pero en algún punto indeterminado se malogró la idea de que la obra de George Lucas es, ante todo, una fábula: un cuento para niños y no tan niños que nos permite conservar la infancia. Tripulación perdida mezcla sin disimulo Los Goonies, E.T. y La isla del tesoro, pero ahí radica su encanto.

A simple vista reconocemos los elementos propios del Steven Spielberg de finales de los setenta y de la productora Amblin: niños raros que, en su día, fueron nuestros héroes y protagonizaron historias que nos hacían soñar despiertos, como lo hacía la propia Star Wars; niños arrancados de su zona de confort que regresan tras haber vivido extraordinarias aventuras. También están los padres negligentes o asfixiantes, los problemas de adaptación, la angustia ante la inminente llegada del mundo adulto, el fin de la infancia… Incluso hay motojets con cintas en los manillares, el colmo de la nostalgia. Pero, mierda, no todo se lo va a llevar de calle Stranger Things.

Uno de los cuatro niños protagonistas, Wim, encuentra algo en el bosque: una nave espacial que los llevará “por accidente” más allá de la barrera que protege su planeta natal, At Attin. Tan lejos que acabarán en el muelle de una estación pirata, donde conocerán a un extraño preso llamado Jod Na Nawood, también conocido como capitán Silvo (sí, en referencia a Long John Silver, aunque parte de ese personaje literario lo comparte con el droide SM-33). Jod, quien parece tener afinidad con la Fuerza, se ofrece a ayudar a los niños a regresar a At Attin, un mítico planeta del tesoro cuya ubicación fue eliminada de los mapas estelares. Sus lealtades son cambiantes, lo que dota de fuerza al personaje ante el dispar cuarteto de chavales, que en ningún momento me ha resultado molesto.

La serie (o película larga por entregas) es divertida, entrañable y predecible, sí, pero digna para pasar un buen rato y volver a ser niños. No obstante, se echa en falta un cierre menos abrupto que el que da paso a los títulos de crédito finales del último capítulo. También sería interesante que, de una vez por todas, nos expliquen cómo es posible que las naves del universo Star Wars sean tan resistentes.

(Por cierto, skeleton crew no significa en castellano “tripulación perdida”. Una skeleton crew es la dotación mínima y esencial que se deja a bordo de una nave cuando está atracada o cuando debe operar de forma segura pero sin plena eficiencia. Se usa en referencia a buques inactivos, en tránsito sin carga operativa o en situaciones de emergencia. Sin embargo, aquí se presta a más significados).


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