Guardia de televisión: reseña de la segunda temporada de «Separación» (2025)
Título original: Severance. 2022. 45 min. EEUU. Dirección: Dan Erickson (creador), Ben Stiller, Aoife McArdle. Guion: Mhamad el Masri, Dan Erickson, Andrew Colville. Reparto: Adam Scott, Patricia Arquette, John Turturro, Britt Lower, Zach Cherry, Tramell, Christopher Walken, Dichen Lachman, Michael Chernus. Música: Theodore Shapiro
Bienvenidos al más oscuro mundo de Lumon
Cuatro años han transcurrido entre la primera y la segunda temporada de Separación (Severance) por lo que, o bien vuelves a ver toda la primera entrega, o bien recurres a los resúmenes en vídeo que muchos youtubers publicaron en su momento. Esta es mi primera recomendación: refrescar la memoria resulta indispensable para ubicarnos en el centro del drama, tanto en la planta de separación de Lumon como en el exterior.
Si la primera temporada de Separación ya fue un excelente ejercicio cinematográfico, esta segunda se supera en su forma de permitirnos atisbar la profunda oscuridad moral que esconde el proyecto de separación. Lumon, la empresa farmacéutica fundada por Kier Eagan, nació con el objetivo de erradicar el dolor, así como las emociones excesivas y los conflictos internos, y sus herederos han continuado su filosofía con el fanatismo propio de una secta religiosa. No es casualidad que los trabajadores separados sean personas marcadas por un dolor inmenso, lo que los convierte en candidatos ideales para perfeccionar el chip cerebral que crea una nueva personalidad, anulando así cualquier atisbo de sufrimiento y de los cuatro temperamentos clásicos (sanguíneo, melancólico, colérico y flemático). Un chip que persigue crear trabajadores que no amen demasiado, que no odien demasiado, que no duden demasiado, que no lideren demasiado y que no sueñen demasiado; que solo trabajen, sin humanidad ni identidad propia.
A lo largo de los diez episodios de esta segunda temporada de Separación, que comienza tras el final de la aventura de las “contingencias de horas extras” —cuando Mark, Helly e Irving logran “despertar” en el mundo exterior—, exploraremos los entresijos más profundos del programa de separación. Descubriremos quién es el verdadero artífice del proyecto, en un episodio que dista mucho de ser mero relleno, pese a lo que muchos “enteradillos” afirman (y que le han dado la peor puntuación comparativa). Veremos cómo Helena Eagan envidia a Helly R., su dentri. Llegaremos a empatizar con el Sr. Milchik, quien no hace más que tragar humillaciones por parte de las altas esferas de Lumon. Conoceremos a trabajadores de diferentes áreas de la planta separada, como el departamento de mamíferos criables. Asistiremos a la rebelión de personas que solo existen en el subterráneo de Lumon, recordando a los replicantes de Philip K. Dick. Y, finalmente, sabremos para qué sirve exactamente el departamento de refinamiento de macrodatos y cuál es su relación con Gemma, la esposa de Mark fueri.
Las implicaciones filosóficas, éticas, morales e incluso religiosas y esotéricas están a flor de piel. Separación es como un cadáver abierto en canal: incómodo de mirar, pero imposible de ignorar. Aquí va mi segunda recomendación: para disfrutar aún más de esta compleja experiencia, os sugiero ver los análisis del youtuber Maestro Ciego, quien desentraña el significado oculto de cada capítulo a distintos niveles. Os aseguro que os sorprenderá la profundidad y el detalle de esta serie que ha destronado a Perdidos como referencia.
Ser espectador de Separación es todo un desafío. No se trata de entretenimiento vacío, como quedó claro desde la primera temporada. Cada escena, cada plano, cada línea de diálogo busca sembrar una inquietud. La preparación de los encuadres y la puesta en escena pretende perturbarnos, recordándonos siempre que hay dos realidades separadas. Basta con abrir bien los ojos para apreciar que el equipo encabezado por Ben Stiller ha creado cine de verdad en televisión.
Y es una magnífica noticia saber que la serie, dado el final abierto del episodio S2.E10, ha renovado por una tercera temporada.
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