Guardia de cine: reseña a «¡Nop!» (2022)

Título original: «Nope». 2022. 130 min. EEUU. Dirección: Jordan Peele. Guion: Jordan Peele. Reparto: Daniel Kaluuya, Keke Palmer, Brandon Perea, Steven Yeun, Terry Notary, Donna Mills, Michael Wincott, Barbie Ferreira, Jennifer Lafleur, Ryan W. Garcia, Sophia Coto, Andrew Patrick Ralston, Conor Kowalski, Gloria Cole, Lincoln Lambert, Mark Casimir Dyniewicz, Griffin Fenady, Evan Shafran

Aunque a mí no me ha aburrido, me ha dejado algo desilusionado: falta el escalofrío que se anunciaba

Tras la visión del avance cinematográfico de «¡Nop!» tenía mucha curiosidad por saber qué se escondía detrás de esta película, aunque semejante título debía advertirme de la absurda que sería la presentación de una historia que no es exactamente de extraterrestres (si es que, en realidad, lo es).

El protagonismo gira en torno a los dos dispares hermanos Haywood que, tras la sorpresiva muerte del padre al caerle un supuesto aerolito en la cabeza, heredan y tienen que hacerse cargo ellos solos del negocio familiar. Bueno, más bien se encarga O.J., pues su hermana Emerald pasa aparentemente del tema. Ese negocio familiar es un rancho de crianza de caballos para la industria de Hollywood que está de capa caída desde la muerte del padre a pesar de pertenecer a la “realeza” del cine.

Pero la historia gira en torno a los animales que forman parte de los espectáculos, bien domésticos o salvajes, que muchas veces son impredecibles e incontrolables. Ojo aquí, pues este detalle es lo que explica la extraña reseña con la que da comienzo la película y la subtrama de Júpiter y el chimpancé Gordy, así como del OVNI.

Y, tras la presentación un tanto abrupta, sobre el cielo del rancho Haywood se descubre una nube que lleva meses sin moverse y que es la responsable de los extraños fenómenos que se suceden en el árido valle de Aguas Dulces: objetos que caen del cielo, desapariciones… Fenómenos que permitirán la entrada en escena de personajes variopintos y extravagantes (como son Ángel Torres, Antlers Holst o Ricky “Jup” Park), en una película que, aunque a mí no me ha aburrido, me ha dejado algo desilusionado: falta el escalofrío que se anunciaba. 

No sé qué más decir. Me ha parecido un filme cuyo avance mostraba algo muy diferente de lo que acabó siendo. Es una tragicomedia, costumbrismo mezclado con el elemento perturbador de algo que ronda por los cielos y que enlaza con el asunto de los animales para el espectáculo.


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